La celebración de la Semana Grande en Santander ha resultado en un aluvión de quejas por ruidos, que han llevado a la Policía Local a interponer hasta 30 denuncias en relación a molestias ocasionadas por música y conversaciones a alto volumen en viviendas. Estos incidentes se produjeron entre el sábado 19 de julio y el lunes 28 del mismo mes, un período en el que la festividad se vive intensamente.

Asimismo, el ambiente festivo también propició la actuación de las autoridades sobre el sector de la hostelería, resultando en 13 denuncias dirigidas a bares y restaurantes por infringir normas sobre niveles de ruido o por operar sin las licencias adecuadas, generando así malestar en el vecindario.

Los datos provienen de los informes de intervención de la Policía Local de Santander, que han sido revisados por Europa Press. A lo largo del primer fin de semana de festividades, se registraron siete denuncias por ruidos procedentes de viviendas, cifra que aumentó a 18 entre semana y cerró el evento con cinco quejas durante el segundo fin de semana.

Las denuncias por ruidos en domicilios afectaron a diversas zonas de la ciudad, con un enfoque particular en el centro. Calles emblemáticas como Tetuán, Cisneros, Antonio Mendoza y Bonifaz fueron solo algunas de las afectadas por estas situaciones que perturbaron la tranquilidad de los vecinos.

Respecto a los locales de ocio, de las 13 quejas registradas durante la Semana Grande, la mayoría se concentran en el corazón urbano de Santander, específicamente en áreas como Marqués de la Hermida y Santa Lucía. Estas cifras reflejan un desafío para el equilibrio entre la celebración y el respeto a la convivencia vecinal en momentos de festividad.