
Las autoridades educativas de Cantabria han dado un paso significativo en la regulación del uso de dispositivos móviles en las escuelas, aplicando una nueva normativa que promete transformar el entorno escolar. Esta normativa entrará en vigor el 4 de septiembre y se publicará oficialmente en el Boletín Oficial de Cantabria.
Con esta orden, todos los centros educativos de Cantabria que reciben financiación pública, desde la educación infantil hasta la secundaria, se convertirán en entornos libres de dispositivos móviles. La intención es que estas aulas, patios y otros espacios del centro educativo sean zonas donde la tecnología no interrumpa el aprendizaje ni la convivencia.
El documento establece que los estudiantes de Infantil y Primaria no podrán llevar teléfonos móviles durante la jornada escolar, salvo que existan circunstancias excepcionales debidamente justificadas. Las tablets personales podrán usarse únicamente con fines educativos, aunque se recomienda su uso mínimo en estas etapas iniciales de formación.
En el ámbito de la educación secundaria, se mantiene la prohibición general del uso de móviles, con la obligación de que los alumnos los apaguen al ingresar a las instalaciones del colegio, así como al inicio de las actividades extracurriculares.
No obstante, en las enseñanzas de Bachillerato y Formación Profesional, se brindará cierta flexibilidad, permitiendo a los estudiantes mayores de edad el uso de sus dispositivos móviles, siempre que se cumplan las normas estipuladas por cada centro. Se espera que estas normas regulen claramente las condiciones de uso, así como las posibles repercusiones por incumplimientos.
La nueva normativa también estipula que, en caso de desacato, el docente tiene la facultad de requisar el móvil, que será devuelto al finalizar la jornada escolar. Además, el uso no autorizado de estos dispositivos podría considerarse una falta dentro del marco regulador de la convivencia escolar y de las responsabilidades de todos los miembros de la comunidad educativa.
Ante la creciente preocupación social por el impacto negativo que el uso indiscriminado de dispositivos móviles puede tener en la convivencia y el bienestar de los estudiantes, la Consejería de Educación ha decidido implementar esta normativa. Se ha inspirado en el Plan Digital Familiar de la Asociación Española de Pediatría, que busca equilibrar los beneficios de la tecnología con la necesaria protección de la salud de los menores.
Con la experiencia positiva que ha resultado de instrucciones anteriores sobre este tema, las autoridades consideran que es crucial lograr una regulación más clara y robusta que garantice un entorno escolar seguro y saludable para todos los alumnos en la comunidad educativa de Cantabria.
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