El 2 de septiembre en Santander, las comunidades de Cantabria y Andalucía, bajo la administración del Partido Popular, han decidido dar un paso adelante para mejorar distintos aspectos de la vida pública. Ambas regiones establecerán un marco de colaboración con el objetivo de implementar iniciativas y "buenas prácticas" en áreas críticas como la educación pública, la gestión de emergencias, la fiscalidad, la vivienda y la conservación del medio ambiente.

Los líderes de estas comunidades, María José Sáenz de Buruaga y Juan Manuel Moreno, oficializaron esta alianza mediante la firma de un protocolo de cooperación en la sede del Gobierno de Cantabria. Este acuerdo busca abordar una variedad de temas y refleja la intención de ambas administraciones de trabajar juntas para enfrentar desafíos comunes.

A pesar de la distancia geográfica que los separa, los presidentes han destacado que Cantabria y Andalucía son territorios "complementarios", un hecho que les permitirá compartir recursos y objetivos. Juntos, se comprometieron a abogar por un nuevo modelo de financiación autonómica que sea negociado de forma colectiva en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, priorizando la equidad y la solidaridad, y evitando propuestas que busquen cubrir intereses particulares o bilaterales que puedan exacerbarnos las tensiones territoriales.

En base a este protocolo, se llevará a cabo una solicitud para desarrollar políticas de cohesión más descentralizadas. El objetivo es responder de manera efectiva a las necesidades de los ciudadanos y promover la mejora de infraestructuras, la competitividad económica, la construcción de viviendas asequibles, la protección del medio ambiente y la promoción de un cambio hacia energías más sostenibles.