Convocada por el partido Vox, una manifestación vehicular tuvo lugar en Santander el pasado sábado, atrayendo a cerca de un centenar de autos y motos. Este evento, que se extendió por dos horas, recorrió las arterias principales de la ciudad en protesta por la implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

Los participantes iniciaron su recorrido desde el aparcamiento de los Campos de Sport de El Sardinero, donde ondeaban pancartas y se escuchaban gritos como "No a la ZBE" y "Santander no está contaminada. Es una mentira”. Este despliegue se tradujo en una clara oposición hacia una normativa ambiental que, según los organizadores, agrava la situación de muchos ciudadanos.

Vox presentó su postura como una defensa de la libertad de circulación, argumentando que la nueva normativa perjudica a quienes no pueden permitirse cambiar sus vehículos y que, de hecho, desestabiliza los comercios locales que dependen del acceso vehicular de sus clientes.

La organización critica la ZBE como una medida que, lejos de resolver problemas ambientales, crea nuevas dificultades. Aseguran que se trata de una imposición que no responde a la realidad de Santander, una ciudad que, según la alcaldesa Gema Igual del Partido Popular, carece del nivel de contaminación que justificaría tales restricciones.

La portavoz del Grupo Municipal de Vox, Laura Velasco, afirmó que la participación ciudadana demuestra un rotundo rechazo a la ZBE y a las “imposiciones ideológicas”. En sus declaraciones, pidió al gobierno municipal que revisara su decisión de implementar dicha medida, advirtiendo que las restricciones afectan desproporcionadamente a las clases trabajadoras que han contribuido al desarrollo de la ciudad.