
Fecha: 25 de agosto, Santander.
En un giro significante, un total de 146 personas y 34 vehículos han dejado la fiesta clandestina que se llevaba a cabo desde el pasado viernes en la cantera de Roiz, en Valdáliga, durante la jornada de hoy. Este éxodo se suma a los 81 que abandonaron el evento en la noche del domingo y al medio centenar que se retiró el día anterior.
A medida que avanzaba la tarde de este lunes, se comenzó a desmantelar la infraestructura de la fiesta, incluyendo las barras de bar y el escenario montado para el evento. Sin embargo, algunos asistentes y caravanas permanecían en el lugar, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria.
La Guardia Civil ha intensificado su presencia en la zona, estableciendo controles y cerrando accesos para asegurar que se complete el desalojo total de los cerca de 400 asistentes que se estimaban presentes inicialmente. Este operativo especial se mantendrá hasta que todos abandonen el lugar.
Este evento, que carecía de la debida autorización, fue convocado a través de las redes sociales. Ante la detección de la convocatoria, las autoridades iniciaron un operativo a primera hora del sábado para restringir el acceso e implementaron controles de drogas y alcohol a quienes dejaban el evento.
Las autoridades han advertido que los organizadores del evento podrían enfrentarse a penalizaciones que alcanzan hasta los 600.000 euros, mientras que los participantes también podrían recibir multas que oscilan entre 150 y 30.000 euros.
Adicionalmente, la empresa que gestiona la cantera ha presentado una demanda por la ocupación ilegal del lugar, lo que añade un nuevo capítulo a esta complicada situación.
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