El miércoles por la tarde, un joven de 19 años que había estado desaparecido desde el 17 de julio fue encontrado a salvo en la provincia de Lérida, Cataluña. Esta información fue confirmada por la Asociación SOS Desaparecidos, que había estado siguiendo el caso.

El joven había viajado a Cantabria para conocer a una chica y pasar tiempo con amigos que había conocido a través de una aplicación de videojuegos. Su ruta de regreso a Barcelona fue interrumpida, lo que llevó a su familia a denunciar su desaparición tras perder contacto con él.

Ubicado en el Balneario de Solares, Medio Cudeyo, su última aparición se registró el 19 de julio en San Miguel de Linares, en Vizcaya. Desde que perdió contacto, su familia, en particular su hermana, se unió a la búsqueda, concienciando a la comunidad sobre su situación y su vulnerabilidad debido a un trastorno del comportamiento suicida.

La Asociación SOS Desaparecidos hizo un llamado a la ciudadanía para que se unieran a la búsqueda, considerando que el joven era “una persona vulnerable y fácilmente manipulable”. Ante la preocupación, varios testigos indicaron que le habían visto en diferentes lugares durante su ausencia, lo que aumentó la esperanza de encontrarle.

Los datos de su apariencia fueron difundidos, describiéndolo como un joven de aproximadamente 1,75 metros, con piel morena, complexión atlética y cabello oscuro. Se destacó que, en el momento de su desaparición, vestía ropa oscura y llevaba una mochila con rayas naranjas, lo que facilitó su identificación durante las búsquedas en curso.