El pasado fin de semana, la Policía de Santander realizó un total de 192 denuncias relacionadas con el consumo de alcohol en espacios públicos, reflejando una creciente preocupación por el orden y la convivencia en la ciudad.

Además, las autoridades tomaron medidas contra ocho establecimientos de hostelería que no respetaron las normativas vigentes, denunciando prácticas como la emisión de música a un volumen excesivo, la autorización insuficiente para el servicio en terrazas y el consumo de bebidas en áreas no permitidas.

La intervención policial también se extendió a la vía pública, donde se sancionó a cuatro personas por comportamientos ruidosos, que incluían gritos y voces altisonantes, generando molestias a los transeúntes, según un informe emitido por la propia Policía.

Durante la semana anterior, se registraron otras situaciones de desorden en la vía pública, resultando en nueve denuncias por falta de consideración hacia las uniformadas, así como por desobediencia a sus instrucciones. Además, se impusieron 13 sanciones por causar disturbios y dos más por negativa a identificarse ante los agentes.

La falta de civismo también se hizo evidente en otras infracciones, con diez sanciones impuestas por orinar en la calle y siete más por no utilizar las papeleras adecuadas para la disposición de residuos.

Por otro lado, la Policía llevó a cabo un operativo en el que se registraron a 45 individuos, durante el cual se incautaron diversas sustancias ilegales, como marihuana, hachís y cocaína. También se confiscó un arsenal de objetos peligrosos de otras 17 personas, que incluía navajas, palos de madera, cuchillos, una porra y martillos, evidenciando la necesidad de seguir trabajando en la seguridad pública.