En un hecho que pone de relieve la importancia de la colaboración ciudadana en la seguridad, la Policía Nacional y un agente de la Guardia Civil fuera de servicio actuaron con rapidez en un incidente ocurrido el 25 de septiembre en un popular supermercado de Santander. En esta ocasión, una mujer fue detenida tras intentar robar en el establecimiento y agredir a una empleada que trataba de recuperar el objeto sustraído.

La intervención se inició cuando se recibió una alerta sobre una mujer que había sido sorprendida en medio de un intento de robo. Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con una escena caótica: una mujer estaba siendo inmovilizada por un hombre que se identificó como guardia civil, quien había intervenido ante los gritos que surgían del interior del supermercado.

El agente, que estaba de civil, decidió intervenir tras observar a dos empleadas del establecimiento en plena discusión con otra mujer y su acompañante. A medida que intentaba mediar, la más joven de las dos sospechosas agredió a una de las trabajadoras que luchaba por retomar el control de la situación. En un acto decisivo, el guardia civil logró separar a la agresora y mantenerla bajo control hasta la llegada de la Policía Nacional.

Una vez en el lugar, los agentes, con el apoyo de testimonios tanto del agente de la Guardia Civil como de las empleadas, procedieron a la detención de la mujer, a quien se le atribuye la intención de robar con uso de violencia. Posteriormente, fue llevada a las dependencias policiales donde se iniciaron los procedimientos correspondientes.

Finalmente, la detenida fue presentada ante el juzgado, que decidió decretar su libertad. Este incidente pone de manifiesto la importancia de la colaboración y la rápida respuesta ante situaciones delictivas en espacios públicos, destacando el papel positivo de los ciudadanos en la seguridad colectiva.