La noche del 4 de julio, el Rey Felipe VI se dirigió a un selecto grupo de líderes en Santander, instando a fortalecer la cooperación mutua entre España y Estados Unidos. En su mensaje, el monarca destacó que ambos países, aunque individuales y parte de la Unión Europea, comparten una relación de "interdependencia" basada en valores democráticos.

Durante la cena inaugural del XXVIII Foro España-Estados Unidos, el escenario del Gran Casino Sardinero se convirtió en un punto de convergencia para casi 200 asistentes, incluidos influyentes figuras del ámbito político, empresarial y académico. Felipe VI aprovechó la ocasión para subrayar que esta interdependencia necesita ir más allá de un simple encuentro, siendo algo que debe ser "querido, buscado y trabajado" permanentemente.

El Rey hizo hincapié en que la relación transatlántica no puede ser reducida a meros intereses geopolíticos que puedan cambiar con el tiempo. Ante la presencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y mientras ambos eran recibidos de maneras contrastantes —el rey con vítores y el ministro con protestas—, abogó por una visión duradera de colaboración entre los dos países.

El evento, que se llevó a cabo con la colaboración de la Fundación Consejo España-EEUU y del United States-Spain Council, fue un encuentro de gran relevancia, siendo la primera vez que se celebró en Santander. La presidenta del Gobierno de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y numerosos consejeros también estuvieron presentes, dándole un marcado carácter institucional.

En la cena, además del Rey, hablaron el presidente de la Fundación Consejo España-EEUU, Josu Jon Imaz, y el senador estadounidense Ben Ray Luján, quien es el presidente honorario del consejo. Entre las diversas sesiones de trabajo, se espera la participación de congresistas y altos ejecutivos de empresas de renombre como Repsol, Inditex, IBM y ACS, ofreciendo un espacio de diálogo enriquecedor en esta edición internacional del foro, que ha recorrido ciudades como Washington D.C., Miami y Barcelona, antes de aterrizar en la capital cántabra.