SANTANDER, 28 de julio. – La empresa ferroviaria Renfe ha anunciado un plan de contingencia que incluye la programación de 144 viajes en autobús, con el fin de asegurar la movilidad de los pasajeros durante las obras que se llevarán a cabo entre las localidades de Astillero y Orejo. Estas interrupciones afectarán el tráfico ferroviario en dos fases: los días 2 y 3 de agosto, así como los días 16 y 17 del mismo mes.

Las obras impactarán tanto en la línea de Cercanías C-3 que conecta Santander con Liérganes como en los servicios de Media Distancia, según ha informado Renfe a través de un comunicado oficial.

Para mitigar las molestias e inconvenientes que estas obras puedan causar, Renfe implementará un detallado plan de transporte por carretera que sustituirá a los trenes durante los días y trayectos afectados.

Se prevé que durante los fines de semana de las obras, se pongan en circulación 60 autobuses destinados a atender a los pasajeros de Cercanías, mientras que otros 12 autobuses se dedicarán a los servicios de Media Distancia.

Los viajeros que utilicen la línea C-3 de Santander a Liérganes realizarán el trayecto entre Astillero y Liérganes en autobús, al igual que los usuarios de Media Distancia, quienes deberán hacerlo entre Astillero y Orejo. Las paradas de autobús estarán claramente señalizadas en las estaciones y paradas afectadas.

Es importante destacar que Renfe recuerda a los viajeros que no se permitirá el transporte de bicicletas ni de animales de compañía en los autobuses. La información sobre horarios y itinerarios estará disponible en la página web de Renfe.

Paralelamente, Adif se encuentra llevando a cabo importantes trabajos para duplicar un tramo de aproximadamente siete kilómetros entre Astillero y Orejo. Esta intervención en la línea de ancho métrico, que conecta Santander con Bilbao, tiene como objetivo ampliar la capacidad de la red de Cercanías en Cantabria.

Las obras incluyen la construcción de una nueva vía en la sección actualmente de vía única, así como la instalación de avanzados sistemas de señalización y electrificación. Se introducirán enclavamientos, que son dispositivos para controlar la señalización y los desvíos de trenes, asegurando la correcta gestión del tráfico ferroviario.

Además, se habilitarán sistemas de detección y protección de trenes, así como señalización fija y luminosa. Todo esto será integrado en el sistema centralizado de control de tráfico (CTC), lo que permitirá gestionar las operaciones de manera remota y más eficiente.