El Sindicato Médico de Cantabria ha acusado a la Consejería de Sanidad de una "gravísima irresponsabilidad" tras anunciar que dejaría el acuerdo para el próximo gobierno después de las elecciones. Los sindicatos han rechazado la propuesta de la Consejería para subir el precio de las peonadas, y han declarado que no retomarán la actividad quirúrgica y de consultas que realizaban por las tardes para reducir las listas de espera.

Los profesionales del Sindicato Médico han dejado de hacer esa actividad extraordinaria voluntaria de tarde como protesta porque el precio que cobran por ellas se encuentra congelado desde hace 12 años. Sin embargo, los sindicatos han manifestado que "realmente no ha habido negociación" por parte de la Consejería, que "no ha escuchado" sus propuestas.

El vicepresidente del Sindicato Médico, Santiago Raba, ha señalado en declaraciones a Europa Press que lo ocurrido es algo "inaudito e inédito" en la Consejería, que tiene la obligación de negociar. A su juicio, la rotura del diálogo no se debe a una incapacidad económica para subir los precios, sino a una "cuestión ideológica" del consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, quien "no cree en estos programas especiales" porque piensa que las listas de espera son un problema puntual y no quiere hacer planes plurianuales.

El Sindicato Médico ha denunciado que el consejero "sí hace esos planes plurianuales con las clínicas privadas", a las que se derivan las operaciones que no puede absorber el sistema sanitario público, por lo que los profesionales entienden que se está produciendo una "privatización encubierta". Además, Raba ha reiterado que se están derivando las operaciones más simples a estos hospitales externos mientras que a los profesionales de la sanidad pública se les asignan los procedimientos más complejos que la privada no quiere.

La Consejería de Sanidad comunicó ayer que ofrecía una subida del 10% de media en las diferentes operaciones. Sin embargo, tras el rechazo, Sanidad se ha "negado" a seguir negociando y ha dejado el trabajo para llegar a un acuerdo para el próximo gobierno, lo que los sindicatos consideran una "gravísima irresponsabilidad". Todos los sindicatos han rechazado la propuesta, advirtiendo que sería la última oferta y que de no aceptarla se romperían las negociaciones.

Los profesionales no van a retomar la actividad quirúrgica y de consultas que realizaban por las tardes para reducir las listas de espera. Los sindicatos han acusado a la Consejería de una "cuestión ideológica" y de no querer hacer planes plurianuales, lo que está llevando a una "privatización encubierta".