
El pasado mediodía en Santander, un amplio grupo de manifestantes se reunió en las afueras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, desafiando las inclemencias del tiempo con el propósito de mostrar su apoyo al pueblo palestino y condenar la situación en Gaza. Las cifras reportadas ascienden a cerca de mil participantes, quienes formaron una cadena humana que simbolizaba un "abrazo" al hospital, en un acto de solidaridad y protesta.
La convocatoria fue organizada por Acción por Palestina, un colectivo que reúne a distintos grupos comprometidos con la causa. A través de esta movilización, se buscó visibilizar la crisis humanitaria en Gaza, destacando la devastación del sistema de salud como consecuencia de los conflictos que han afectado a la región durante los últimos dos años. Los organizadores denunciaron lo que califican como un genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino.
Los asistentes al evento alzaron pancartas que llevaban mensajes poderosos, como "Palestina no se vende" y "Paremos el genocidio en Gaza", junto a banderas palestinas que ondeaban con orgullo. A pesar de la lluvia intermitente, la multitud se mantuvo firme, comenzando la cadena solidaria en la entrada del hospital y extendiéndose hasta lograr completar el círculo alrededor de Valdecilla Sur.
Entre los gritos de consignas, se escucharon frases contundentes como "No es una guerra, es un genocidio" y "Boicot a Israel". Además, hubo un llamamiento a la comunidad internacional con consignas de apoyo a la Global Sumud Flotilla, y algunos automovilistas que pasaban hicieron sonar sus cláxones en señal de apoyo, sumándose así a la acción colectiva.
Al cierre de la concentración, se llevó a cabo la lectura de un manifiesto que subrayó la crisis del sistema sanitario en Gaza, señalando que la destrucción de su infraestructura ha sido una acción intencionada. "Nuestros compañeros sanitarios palestinos se enfrentan a un entorno de bombardeos constantes, son detenidos, torturados y asesinados", se destacó, haciendo eco de un informe de enero de 2024 que documentó los horrores enfrentados por al menos 326 miembros del personal médico.
La situación es alarmante: más de 1.200 profesionales de la salud han perdido la vida en los últimos dos años, y el 94% de los hospitales han sufrido daños significativos, en su mayoría reducidos a escombros. Aquellos que aún operan lo hacen en condiciones deplorables, careciendo de anestesia y medicamentos necesarios para proporcionar un trato adecuado a los pacientes.
Los manifestantes expresaron una profunda preocupación por el impacto del genocidio en la práctica de la medicina a nivel global. La reflexión que surge entre los profesionales de la salud en Cantabria y en el mundo es: ¿cómo ejercer un trabajo que busca el bienestar de la humanidad cuando, a su alrededor, hay una eliminación sistemática de vidas?
Frente a este panorama, los organizadores del evento hicieron un llamado a la sociedad y a los profesionales de la salud para no permanecer en silencio ante lo que califican como una masacre. Subrayaron la importancia de unir fuerzas en apoyo a Palestina y de reconocer su derecho a vivir en paz y libertad, trabajando en la lucha contra el genocidio y la ocupación.
Finalmente, instaron a las autoridades de Cantabria y al gobierno español a tomar una postura activa y contundente en contra de lo que describieron como genocidio, ocupación y apartheid, exigiendo la ruptura de relaciones con Israel y un compromiso serio en la acogida de personas necesitadas de atención médica y refugio provenientes de Gaza y Cisjordania.
Con su manifiesto, los organizadores de la manifestación enviaron un mensaje claro de solidaridad hacia el pueblo palestino, afirmando que su lucha continuará hasta que se logre la libertad y la paz en Palestina.
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