
En la fría madrugada del 23 de agosto, Reinosa, una localidad en Cantabria, se alzó como el punto más gélido de la península ibérica, alcanzando una mínima de 3,1 grados centígrados a las 3:50 de la mañana.
Las cifras proporcionadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) destacan que Reinosa superó a otros municipios que también experimentaron temperaturas bajas. En particular, San Pedro Manrique, en Soria, marcó 4,6ºC, mientras que Cuéllar en Segovia, se quedó ligeramente por encima con 4,8ºC.
En otros rincones de la región, se registraron temperaturas mínimas que también llamaron la atención. Por ejemplo, en los alrededores de Valderredible, Cubillo de Ebro y Polientes reportaron 5,9ºC y 7,5ºC, respectivamente, mientras que Alto Campoo se quedó en 8,1 grados.
En contraste, las zonas costeras presentaron un clima más benévolo, con temperaturas superiores a los 10ºC. En el aeropuerto Seve Ballesteros y en San Vicente de la Barquera, se registraron 16,8ºC justo a la medianoche.
Por otro lado, en el sur del país, Brozas, en Cáceres, ha vivido la noche más cálida de España, alcanzando exuberantes 28,7 grados, evidenciando la diversidad climática que se experimenta en el territorio nacional.
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