El Ayuntamiento de Santander ha dado un paso decisivo en la protección de la salud cardiovascular de sus ciudadanos, al completar la instalación de 40 nuevos desfibriladores en la ciudad. Con esto, la cifra total asciende a 70 dispositivos disponibles, que son parte del innovador Plan Municipal de Cardioprotección. Este esfuerzo incluye la actualización y revisión de los equipos existentes, garantizando su operatividad a través de tecnología de control digital.
Para que tanto los servicios de emergencia como los ciudadanos puedan acceder fácilmente a estos desfibriladores en momentos críticos, se ha creado un mapa interactivo que muestra la ubicación de cada dispositivo. Esta herramienta, disponible en la web de la Concejalía de Salud, permitirá que en situaciones de urgencia se pueda localizar rápidamente el desfibrilador más cercano. Además, se ha facilitado el acceso a esta información a través de Google para lograr una respuesta más ágil.
La concejala Zulema Gancedo ha comunicado estos avances en una reciente nota de prensa, revelando que cerca de 300 trabajadores del ayuntamiento, incluidos policías, bomberos y empleados del servicio de transporte urbano, han recibido formación específica. Esta capacitación incluye no solo el reconocimiento de los signos de una emergencia, sino también cómo llevar a cabo maniobras de reanimación y utilizar de manera efectiva un desfibrilador. Gancedo enfatizó la importancia de reducir el miedo a actuar en momentos críticos, puesto que cada segundo cuenta para salvar vidas en caso de paradas cardíacas.
Durante el mes de noviembre, el plan de formación seguirá en marcha, con diferentes sesiones programadas en diversas ubicaciones, garantizando que la enseñanza sea accesible a todos. Entre los lugares seleccionados se encuentran la Policía Local y el Centro de Formación y Empleo Municipal (CEFEM), dirigidas también a los participantes de la Escuela Taller.
Gancedo ha reiterado el compromiso de Santander por convertirse en una ciudad cardioprotegida. Junto con el Área de Personal y Prevención de Riesgos Laborales, el Ayuntamiento está trabajando de manera constante para abordar este grave problema de salud pública que son las paradas cardiacas extrahospitalarias, responsables de un considerable número de fallecimientos cada año.
Es alarmante que entre un 30% y un 50% de las muertes por paro cardiorrespiratorio ocurren antes de que el paciente llegue a un hospital. Por este motivo, la implicación de la ciudadanía es vital para salvar vidas. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) deben iniciarse en los primeros 3 a 4 minutos tras el colapso, y los desfibriladores juegan un papel fundamental en este proceso.
“Es crucial equipar a nuestra comunidad con el conocimiento necesario para realizar estas técnicas de reanimación. No se trata solo de tener desfibriladores y capacitar a los trabajadores municipales, sino que el objetivo es que la mayor cantidad posible de ciudadanos adquieran una formación básica en RCP. De este modo, podremos reaccionar de la mejor manera ante un accidente cardiovascular,” concluyó la concejala.
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