
La Audiencia Provincial de Cantabria ha emitido una sentencia que condena a un año y medio de prisión a un individuo por agredir a otra persona con una silla metálica, causando lesiones significativas en su rostro. El ataque ocurrió en el exterior de un pub en la localidad de Reinosa, donde el acusado lanzó el objeto contundente sin provocación alguna.
Este fallo, que todavía no es definitivo y permite la posibilidad de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, considera al agresor culpable de un delito de lesiones con un instrumento peligroso. La sentencia también menciona que las dilaciones en el proceso fueron un factor atenuante, ya que el incidente tuvo lugar en 2022.
Adicionalmente, la Audiencia ha decidido absuelto al principal acusado de un presunto delito de odio, al no haberse comprobado que los insultos relacionados con la nacionalidad del agredido fueran pronunciados por él durante la agresión. Sin embargo, otro hombre, amigo del agresor, ha sido condenado por empujar a la prima del agredido mientras ella intentaba ayudar.
Este segundo individuo enfrentará una multa de 240 euros por un delito leve de lesiones, y también ha sido absuelto de las acusaciones de odio. En cuanto a las reparaciones civiles, el primer condenado deberá indemnizar a la víctima con 8.773 euros y el segundo con 55 euros a la prima por el empujón sufrido.
Un tercer acusado que enfrentaba cargos en el mismo caso fue absuelto, ya que no se pudo probar su implicación en el altercado. La sentencia detalla que los tres hombres pertenecen a un grupo de amigos conocido como "Los Pumas" y que el incidente se desató tras una discusión con otras personas en las inmediaciones del local.
La víctima sufrió múltiples contusiones en su cara a causa del impacto de la silla, que le causó heridas en el labio y la nariz. En el momento de la agresión, la prima del agredido se lanzó a su rescate, pero fue empujada al suelo por el amigo del agresor.
La resolución de la Audiencia destaca que hubo expresiones despectivas proferidas durante el altercado, aunque no se pudo identificar a quienes las lanzaron. En cuanto a la evidencia presentada en el juicio, el tribunal ha considerado que la declaración del agredido fue fundamental y respaldada por las declaraciones de su prima y otros testigos, quienes corroboraron su versión de los hechos.
Los magistrados elogiaron la sinceridad de la víctima, lo que fortaleció la credibilidad de su testimonio. Sin embargo, la versión de los acusados fue considerada poco creíble, así como la de los amigos que afirmaron no haber visto nada de relevante en el altercado.
En su análisis, el tribunal reitera que usar una silla metálica como arma tiene el potencial de causar lesiones severas, especialmente en áreas vulnerables como la cara. Por otro lado, la sala no encontró pruebas suficientes que vincularan las agresiones a motivaciones racistas, señalando que la pertenencia a una peña de fiestas no implica necesariamente creencias discriminatorias.
Finalmente, los magistrados recalcan que la información presentada por los agentes de la Guardia Civil respecto al grupo de "Los Pumas" no indica que existieran razones ideológicas de violencia racista, a pesar de reportes sobre su participación en peleas.
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