Aumenta el desempleo en Cantabria con 1.700 nuevos parados, mientras surgen 2.100 nuevos puestos de trabajo.
El panorama laboral en Cantabria presenta un debilitamiento significativo, tal como se ha evidenciado en los últimos datos del tercer trimestre de este año. Un incremento de 1.700 personas en el número de desempleados ha elevado la cifra total a 22.100, lo que refleja un aumento del 8,3 % en comparación con el trimestre previo. Estas estadísticas fueron reveladas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado viernes, evidenciando la fragilidad del mercado laboral en la región.
Con esta nueva cifra, la tasa de desempleo en Cantabria se sitúa en un 7,62 %, marcando un alarmante ascenso que contrasta con el histórico comportamiento del mercado laboral en la comunidad. Desde que el INE comenzó a registrar estos datos, el aumento del desempleo en este período es el más pronunciado desde 2003, lo que pone de manifiesto un desafío persistente para los trabajadores cántabros.
A pesar de que durante este trimestre se generaron 2.100 nuevos puestos de trabajo, lo cual representa un aumento del 0,8 %, la cifra total de ocupados se ha visto reducida, alcanzando apenas los 268.400, la más baja desde 2023. Esta discrepancia sugiere que la creación de empleo no es suficiente para absorber la creciente población activa, que ha llegado a 290.500 personas, con un incremento de 3.800 individuos en este último trimestre.
En el análisis anual, se aprecia que el número de parados ha crecido en 1.200 personas, un 5,7 %, mientras que se ha producido una destrucción de 2.300 empleos, lo que demuestra la tendencia negativa en la dinámica laboral de Cantabria. Sin embargo, la población activa ha experimentado una leve mejora, incrementándose en 1.100 personas, lo que revela una creciente búsqueda de empleo entre los ciudadanos.
Si desglosamos los datos por género, el desempleo femenino ha aumentado en 400 mujeres, alcanzando así un total de 11.500, mientras que el paro masculino ha crecido más drásticamente, sumando 1.500 hombres a las listas de desempleo. Con una tasa de paro del 8,22 % para mujeres y del 7,07 % para hombres, se hace evidente que el mercado laboral sigue presentando desigualdades significativas.
En cuanto a la situación de los jóvenes, el desempleo entre los menores de 25 años ha incrementado en 100 personas, elevando la tasa juvenil al 17,58 %. Un dato preocupante que indica que esta franja etaria todavía enfrenta serias dificultades para ingresar al mercado laboral, a pesar de los esfuerzos institucionales por fomentar su inclusión.
Los datos recogidos también revelan que el número de trabajadores con contrato indefinido ha disminuido en 1.100, mientras que los contratos temporales han aumentado en 4.600. Actualmente, de los 229.200 asalariados, una abrumadora mayoría del 81,89 % tiene un contrato indefinido, aunque persiste una significativa cantidad de trabajadores en régimen temporal.
Por sectores, el sector privado ha tenido un impulso positivo, generando 5.700 nuevos empleos, lo que significa un crecimiento del 2,7 %, mientras que el sector público ha sufrido una reducción de 3.600 puestos, lo que plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad del empleo público en la región.
Las cifras del desempleo en el ámbito estatal también reflejan una situación preocupante, con un incremento de 60.100 personas en el tercer trimestre y una tasa de paro nacional del 10,45 %, que muestra un ligero aumento respecto al trimestre anterior. Sin embargo, el total de ocupados ha alcanzado una cifra récord de 22,3 millones, lo que sugiere que, a pesar de las dificultades, hay sectores que continúan generando empleo.
El Ministerio de Economía ha calificado estos datos como indicadores de un "dinamismo en el mercado laboral", aunque estos resultados también evidencian la necesidad urgente de políticas que garantizan la creación de empleo de calidad y que aborden las desigualdades persistentes en el acceso al trabajo.
En el contexto más amplio, la población activa ha superado los 25 millones de personas por primera vez, lo que indica una movilización significativa en la búsqueda de empleo y una mayor participación en la fuerza laboral. Este incremento en la actividad ha propiciado un ligero repunte en la tasa de actividad al 59,3 %, lo que sugiere que, aunque hay un aumento en el desempleo, también hay un interés creciente en participar en el mercado laboral.
En conclusión, el último trimestre ha dejado un panorama laboral incierto en Cantabria, creando un reto serio para las autoridades y la sociedad en su conjunto. La creación de empleo no se ha mantenido al ritmo de la demanda, y las desigualdades siguen presentes, lo que requiere atención urgente para asegurar un futuro laboral menos precario y más inclusivo para todos los cántabros.
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