Las fuerzas del orden han desmantelado una red delictiva dedicada al tráfico de cocaína, con base en Vizcaya y Cantabria, y cuyo líder es un residente de Santoña. Este sujeto es uno de los tres arrestados en la operación conocida como 'Buciero-Anchoa'.

Según información proporcionada por la Guardia Civil, la organización utilizaba una ingeniosa táctica para el transporte de la droga, ocultándola en vehículos modificados con dobles fondos. El cabecilla no solo se encargaba de la logística, sino que actuaba como conductor de un "vehículo lanzadera" para asegurar la entrega de la mercancía.

Las pistas sobre esta red comenzaron a surgir tras la detención de un individuo en diciembre de 2024 en un peaje de Arrigorriaga, Bizkaia. Durante un control de rutina, agentes de la Guardia Civil confiscaron 58 kilos de cocaína escondidos en un sofisticado compartimento del automóvil del sospechoso.

A partir de ese hallazgo, las investigaciones se intensificaron, centrando sus esfuerzos en un vehículo que servía como lanzadera en las operaciones de tráfico. Este esfuerzo colaborativo reveló que la Policía Nacional de Burgos ya tenía a la vista al mismo individuo, lo que permitió a ambos cuerpos continuar con las indagaciones y, en agosto pasado, arrestar al líder y a otro cómplice mientras transportaban un kilo de cocaína.

El desenlace de esta operación ha sido significativo: se han arrestado a tres personas, quienes ya se encuentran en prisión, y se han incautado 60 kilos de cocaína, valorados en más de 1,5 millones de euros. Además, se intervinieron dos vehículos adaptados con sofisticados sistemas de apertura, junto con siete teléfonos móviles y 3.400 euros en efectivo.

La colaboración efectiva entre la Guardia Civil del País Vasco y Santoña, así como la Policía Nacional, ha sido fundamental para llevar a cabo esta exitosa operación, afirmaron las autoridades. Este tipo de acciones subrayan la importancia de la coordinación interagencial en la lucha contra el narcotráfico.