OVIEDO, 29 de septiembre.

Este lunes, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, supervisó el avance de las obras en la carretera del Desfiladero de la Hermida, que conecta Asturias y Cantabria. Hasta la fecha, el proyecto presenta un progreso del 76%, con una inversión total que asciende a casi 114 millones de euros desde su inicio en 2018.

Acompañado por el delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, y la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, además del consejero de Transportes de Cantabria, Roberto Media, así como varios alcaldes de localidades cercanas, Santano pudo evaluar de primera mano los trabajos en curso.

Entre las mejoras que se están llevando a cabo, destaca el acondicionamiento de la N-621, que se extiende a lo largo de 17,2 kilómetros desde Castro Cillorigo hasta Panes, con un presupuesto cercano a los 90 millones de euros para la ampliación de la calzada.

El secretario de Estado subrayó la importancia de estas mejoras, pronosticando un impacto "muy notable" en la experiencia de los usuarios. "Estamos reduciendo los tiempos de viaje al mismo tiempo que aumentamos la seguridad y la accesibilidad. Esto incluye la rectificación de curvas peligrosas, la ampliación de la carretera hasta 8 metros en lo posible, y la mejora de los sistemas de drenaje y señalización,” apuntó Santano.

Las intervenciones también están diseñadas para mejorar la experiencia de ciclistas y caminantes, adecuando miradores y espacios de descanso, así como habilitando áreas de aparcamiento.

Además, el secretario de Estado destacó la necesidad urgente de modernizar el trazado de la carretera. Las obras, que comenzaron en 2018, incluyen la rectificación de curvas peligrosas y la rehabilitación de los cuatro puentes que cruzan el río Deva, con una inversión de 7,8 millones de euros específicamente para estas mejoras.