
La Consejería de Desarrollo Rural de Cantabria ha decidido no autorizar la realización de concentraciones avícolas en la región, enfatizando la necesidad de mantener precauciones estrictas tras detectarse un primer caso de gripe aviar en una gaviota en Castro Urdiales.
Este lunes, el gobierno regional informó sobre la identificación del ave, la cual fue hallada sin vida en la costa y posteriormente analizada cumpliendo con las directrices del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El diagnóstico positivo fue validado por el laboratorio especializado en Algete, Madrid.
Este hallazgo es el primer caso notificado en Cantabria desde que se activara la alerta en España por la presencia del virus en julio pasado.
A raíz de este hecho, la Consejería ha reiterado su llamado a los dueños de aves para que extremen la precaución al evitar el contacto con aves silvestres, y ha instado a que se redoble el control en las explotaciones avícolas, dado que hay focos en comunidades adyacentes, algunas de las cuales han visto afectadas sus granjas.
La consejera María Jesús Susinos subrayó que la actuación responsable de los propietarios es crucial para prevenir la propagación del virus y aseguró que, hasta el momento, no se han registrado casos en granjas avícolas de Cantabria gracias al cumplimiento de estas medidas.
Susinos destacó el éxito del sistema de vigilancia pasiva, que ha permitido detectar la presencia del virus antes de que se propague, constituendo una primera línea de defensa contra esta enfermedad.
A pesar de los esfuerzos realizados, la consejera ha pedido mantener la cautela ante la naturaleza impredecible de las enfermedades emergentes, evitando la complacencia en el seguimiento de la situación.
Con base en la actual situación epidemiológica, la Consejería ha decidido, de manera temporal, suspender las ferias y eventos relacionados con aves en Cantabria como una medida preventiva para frenar cualquier posible rebrote del virus.
“Primamos la seguridad sanitaria por encima de cualquier evento, ya que una confirmación positiva podría acarrear la necesidad de sacrificar todas las aves de una explotación y establecer un cordón sanitario”, explicó Susinos.
La consejera enfatizó asimismo la importancia de cumplir con las pautas de bioseguridad emitidas por el Ministerio, recordando a todos los profesionales del sector la obligación de reportar cualquier anomalía en aves.
El seguimiento de la situación epidemiológica se realiza en constante coordinación con autoridades nacionales y europeas, asegurando que se apliquen todas las medidas de prevención necesarias.
El protocolo de prevención aboga por la restricción de contacto con aves silvestres y refuerza la vigilancia tanto en explotaciones agrícolas como en entornos naturales, instando a notificar de inmediato cualquier sospecha a los servicios veterinarios oficiales.
Además, se prohíbe el uso de aves de ciertas especies como señuelo y la cría de aves de corral al aire libre sin las debidas protecciones, instando a alimentar y proporcionar agua a estas aves dentro de instalaciones seguras.
Las guías del Ministerio también estipulan que no se debe permitir la mezcla de aves domésticas en eventos que congreguen animales, y que deben evitarse los centros de exposición que incluyan aves de corral o cautivas.
Para Cantabria, las restricciones se enfocan en áreas identificadas como de "especial riesgo", que incluyen los municipios dentro del Parque Natural de las Marismas de Santoña, así como zonas colindantes. Además, se han definido áreas de "especial vigilancia" en varios ayuntamientos.
Finalmente, se hace un llamado a la ciudadanía para que, ante el avistamiento de aves muertas o en mal estado, se comunique con los servicios de emergencia o la guardería de Montes, evitando cualquier contacto físico con dichos animales.
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